El Pozo del Indio, una guácara taína olvidada en el tiempo
Manchas con pintura, escritos y rayones evidencian el atentado contra el patrimonio cultural
El pasado 13 de octubre nos dirigimos a la provincia Sánchez Ramírez, al municipio de Fantino, en compañía del fotógrafo de naturaleza Timoteo Estévez, oriundo de este municipio.
Salimos en búsqueda de pictografías y petroglifos taínos. Temprano por la mañana tomamos un camino de tierra, por la zona de amortiguamiento del lado noroeste del Parque Nacional Aniana Vargas, entre potreros y arrozales.
Con una extensión de 119.6 kilómetros cuadrados, el parque alberga unas 30 cavernas salpicadas de centenares de petroglifos y pinturas ancestrales, convirtiéndose en un tesoro nacional inigualable.
El Parque Nacional Aniana Vargas se erige como un epicentro de arte rupestre, albergando una diversidad de estilos pictóricos y grabados que narran historias ancestrales. A pesar del invaluable valor arqueológico de esta región, y su reconocimiento por parte de expertos, el Estado dominicano no ha proporcionado la protección necesaria para su preservación, llegando al punto de que el Consejo Internacional de Monumentos y Sitios (ICOMOS) la incluyó en su listado de patrimonio amenazado en 2019.
Los petroglifos del Pozo del Indio
Está guácara ostenta ese nombre por un pequeño pozo permanente, en una de las bóvedas naturales de la cueva. El agua se filtra desde la montaña, llenado una pequeña saliente a cerca de un metro de altura del suelo.
Para llegar a la guácara es necesario contar con un guía, si es la primera vez que se visita.
Un camino vecinal y una hilera de casas, en la zona de amortiguamiento del parque, son el punto de acceso a esta cueva, ubicada en la base de una corta elevación montañosa conocida como Sierra Prieta, contigua a otra que se conoce como Comedero Arriba.
Entramos al parque desde una de las casas en la zona de amortiguamiento. Esta casa pertenece a la familia de uno de los guardaparques que estuvo asignado en la zona, quien murió de causas naturales el pasado mes de noviembre.
A unos 600 metros de la entrada, la imponente montaña sirve de antesala de una pared rocosa donde los antiguos habitantes tallaron formas que perduran en el tiempo.
Unos 30 metros de ancho por 2 de altura, aún conservan una serie de petroglifos donde predominan los patrones geométricos, los cuales resalta Narciso Alberti Bosch en su libro «Apuntes para la prehistoria de Quisqueya». En el libro, Narciso describe como Guácara del Comedero, a lo que hoy se conoce como al del Pozo del Indio.
Alberti Bosch trata de analizar el significado de decenas de cruces talladas en la roca, explicando que estas no tienen relación con la fe cristiana, que fueron talladas previo a la conquista de América.
Vandalismo sobre los petroglifos
En la pared exterior del Pozo del Indio llama la atención la vandalización de los petroglifos. Manchas con pintura, escritos y rayones evidencian el atentado contra el patrimonio cultural del país, por parte de visitantes, los cuales se han ido acumulando por años. Esto se evidencia también en otras cuevas del parque como el Hoyo de Sanabe.
Timoteo cuenta que los grabados han sido vandalizados por décadas, no solo por la falta de educación de muchos visitantes, sino por la falta de vigilancia y fácil acceso al lugar.
Además comenta que en otras cuevas con arte taíno también se extrae excremento de murciélago, conocido localmente como murcielaguina, el cual es muy valorado como abono en la agricultura.
Alcaldía de Fantino y una ruta ecoturística
Diario Libre contactó a la Alcaldía de Fantino para conocer el proyecto de un corredor ecoturístico del municipio que incluye el Pozo del Indio y otros atractivos.
En un documento enviado a este medio, se explica que el actual alcalde de Fantino, Gaby Padilla, tiene la visión de crear nuevos medios de vida en el municipio aprovechando el potencial turístico existente.
«El corredor ecoturístico iniciará en el puente del río Cuayá de Fantino, específicamente con el remozamiento a la frutera. Comprenderá, en la comunidad de Sierra Prieta, la intervención de caminos, construcción de puntos de encuentro (esto dos últimos ya en proceso), colocación de esculturas. En fin, toda una ruta definida hasta llegar a la Guacara Pozo del Indio, ubicada dentro del ámbito del Parque Aniana Vargas, la cual posee petroglifos impresionantes, reportando más de cien petroglifos de excelente factura, con más de 700 años de antigüedad», dice el documento.
El proyecto del corredor turístico no tiene una fecha de culminación, informó la alcaldía a Diario Libre.