En los últimos tiempos estamos asistiendo a un auténtico boom de la inteligencia artificial, con nuevas herramientas y tecnologías que cada vez llevan más allá sus posibilidades. Pero aunque eso puede traernos numerosos beneficios, también supone una nueva realidad a la que hay que saber adaptarse como sociedad, y por ello se están llevando a cabo iniciativas legislativas como la nueva Ley de Inteligencia Artificial de la Unión Europea.

Una de las cuestiones relacionadas con la IA que más preocupación suscita entre los ciudadanos es que pueda poner en peligro determinados puestos de trabajo, que según algunas teorías pasarían a estar automatizados por este tipo de tecnologías.

La inteligencia artificial podrá reducir el tiempo de trabajo a 25 horas a la semana

Hace unos meses, Bill Gates ya reflexionó en su blog personal sobre los posibles riesgos e impactos de la inteligencia artificial, llegando a preguntarse «qué ocurre con las personas que pierden su trabajo a manos de una máquina inteligente», e incluso cómo los deepfakes (audios y vídeos falsos) pueden «atentar contra las elecciones y la democracia». Pese a todo ello, el cofundador de Microsoft confía en la capacidad humana para adaptarse a las innovaciones y cambios.

En una entrada más reciente del blog, Gates también reconoció que, pese a llevar todo el año pasado utilizando la IA como una herramienta de trabajo, aún le costaba adaptarse a ella y aprovecharla al máximo. Sin embargo, volvió a reiterar el potencial positivo de esta tecnología, asegurando que «los primeros años de una nueva era suelen estar marcados por los cambios», y que «si tienes los suficientes años para recordarlo, solo debes pensar en los inicios de Internet».

Los tres trabajos que recomendó

Si vamos más atrás, a 2017, años antes del lanzamiento de ChatGPT, vemos que Bill Gates ya hablaba sobre el impacto que iba a tener la inteligencia artificial, en un artículo que escribió para Mic, y que también publicó en su blog.

En aquel texto, decía a los graduados de ese año que, si él mismo fuese un joven buscando caminos profesionales que pudiesen crear «un gran impacto en el mundo», se decantaría por alguno de los tres campos que creía que iban a ser muy relevantes en esta generación. Según preveía, eran trabajos repletos de oportunidades que no solo podían sobrevivir a los avances que estamos experimentando, sino también ayudar a impulsarlos de manera positiva, y muchos estarían de acuerdo en que aquellas palabras se han hecho realidad en gran medida.

• La propia inteligencia artificial, porque creía que en aquel momento apenas habíamos comenzado a «aprovechar todas las formas en que hará que la vida de las personas sea más productiva y creativa».
• La energía, «porque hacerla limpia, asequible y fiable será esencial para luchar contra la pobreza y el cambio climático».
• Las biociencias, «que ofrecen oportunidades para ayudar a las personas a vivir vidas más largas y saludables».

Sin duda, esos tres campos han logrado grandes avances desde 2017, y tienen un gran futuro inminente por delante para seguir desarrollándose.